Estas pérgolas están construidas íntegramente en aluminio y se adaptan a las condiciones climáticas de cada momento para proporcionar un uso continuado de nuestra terraza durante todas las estaciones del año.
Son capaces de bloquear los rayos solares a la vez que permiten una ventilación ascendente refrescando el espacio en época calurosa. Son capaces de proporcionar un cierre estanco cuando la lluvia o la nieve están presentes a la vez que permiten orientar las lamas en la dirección de los rayos solares para hacer más confortable en época de frío. Por ello se llaman bioclimáticas, porque son un sistema capaz de regular por sí mismo, “de forma natural” la temperatura del espacio exterior.
Las lamas suelen ser orientables entre 120-170º, así no sólo permiten protegerse de la radiación solar manteniendo un espacio bien iluminado, si no también generan ventilación natural manteniendo el espacio sombreado. La circulación de aire entre las lamas evita el efecto invernadero, el aire se renueva y se refresca funcionando como una climatización natural.



Estas pérgolas tienen un sistema estructural de aluminio, con vigas-guía entre las que se extienden y recogen un conjunto de lamas tubulares que permite regular la apertura y zona de sombreado, según de la climatología a través de un mecanismo oculto.
Terrazas, porches o incluso una parte del jardín pueden convertirse en un entorno acogedor, versátil y, por tanto, apto para ser utilizado en cualquier estación del año. No importa su forma, muchos fabricantes las desarrollan a medida de tu espacio y son adaptables a cualquier edificio y configuración: autoportantes, adosadas, dobles, mixtas…